En una velada hermosa y con mucha risa, estas señoras mayores contaron chistes, hicieron representaciones, cantaron romances y entonaron alabaos. Cada una, proveniente de diversas zonas del territorio chocoano, tiene su propia forma de sentir y entonar esos alabaos. La asistencia fue total! Y lo más bonito fue que no hubo ningún tipo de barrera entre ellas y el público. Todos terminamos entonando hermosos alabaos y romances en el canto responsorial propio de las poblaciones afrochocoanas.